Más de medio siglo despúes del derrocamiento de Allende, EE.UU. sigue tratando de imponer gobiernos en América Latina. El 11 de Septiembre de 1973, el Presidente electo de Chile, Salvador Allende, fue derrocado por un golpe de estado perpetrado por los sectores más reaccionarios del ejercito del país, apoyado por el capital nacional e internacional y orquestado por los Estados Unidos. La consecuencia de este golpe fue la infame dictadura de Pinochet, que se mantuvo en el poder durante 18 años y que se saldó con miles de asesinados y desaparecidos. Atrincherado en el Palacio de la Moneda, Allende decidió morir defendiendo el gobierno legítimo, y el proceso de cambio iniciado por este, tal y como era voluntad del pueblo chileno. En su última comunicación dejó un mensaje de determinación y esperanza, tanto para los chilenos como para el mundo entero, y que, aún hoy, resuena con fuerza. "Sigan ustedes sabiendo que, mucho más temprano que tarde, de nuevo abrirán las grandes alamedas po...